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FLORINDA MÓVIL

Foto del escritor: Florinda Jardinería UrbanaFlorinda Jardinería Urbana

La primera vez que vi una casa rodante en mi vida tenía 6 años. O eso creo yo al menos, quizás era más grande, pero tengo esa sensación.

Los vecinos se habían comprado una casa rodante y papá nos llamó a la puerta de casa para verla.

Yo no podía creer lo que veía y que nadie antes me había hablado de algo tan espectacular.

Entré… me parecía inmensa… baño, comedor, dormitorio, todo.


Los sueños existen y mis vecinos los estaban cumpliendo… al menos eso sentí yo ese día.


Desde ese día tuve el sentir de que yo quería una casa rodante.

Vale aclarar que yo no sabía aún cómo se llamaba, en mi mente era un colectivo casa.


Para mi próximo cumpleaños le dije a mama que quería que me compren un colectivo.

Al día de hoy mi madre sigue sin entender lo que quería jaja

Yo quería una casa rodante, pero lo pedí mal.


Creo que me regalaron un autito, o rescataron un colectivo viejo que había en casa de cuando mi hermano era chico, no me acuerdo bien. Ahí entendí que me había expresado mal.


Desde mi primer emprendimiento, que fue de indumentaria y hace muchísimos años, fantaseo con un “local rodante”.


Se ve que esa fascinación que sentí de pequeña de ver un espacio nómade, es muy profunda en mí, porque a lo largo de mi camino de vida, se me fue presentando como deseo en distintos modos.


……………………………………………………


Florinda pasó por muchas instancias, y las sigue atravesando.

De todas aprendo cada día más lo que quiero para mi estilo de vida y mi proyecto.


Antes de la pandemia andaba por un camino, durante la pandemia delineé otros que requieren de tiempo y crecimiento, y hoy me encuentro ante un nuevo camino a explorar…


Tomé la decisión de que para esta etapa el proyecto necesitaba su propio vehículo.


Nunca tuve auto, ni tampoco lo desee.

Pero sí, como les dije desee un hogar rodante, y un local nómade.


Se ve que un día todos esos deseos se topan con una necesidad, y se asoman a una oportunidad y PUM: ¡se cumplen!


Es por esto que tengo el tantísimo agrado de presentarles a YEYA.

Su nombre formal es Amapola... Yeya para los amigos.

¡Y es mi nuevo Florinda Móvil!

Me acompañará en las aventuras de este 2021.


Fue muy mágico cómo la encontré y como la compré... por hoy les cuento que el dueño anterior, le tenía muchísimo cariño, y la despidió con un “chau Yeya” tan dulce, que hizo que no pueda cambiarle el nombre.


Importante: Yeyo se les decía a los Peugeot en un momento por un malentendido fonético y de ahí que el dueño nombre Yeya a esta hermosa camioneta que hoy me acompaña a recorrer viveros y las calles de Buenos Aires.


Ya les iré contando de nuestras aventuras así que sigan atentos porque esto recién comienza…


¡Bienvenida Yeya, mi local nómade, mi sueño cumplido!

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